No es la primera vez que mencionamos esto: el valor de una propiedad es una de las mayores preocupaciones para quienes desean vender.
Numerosos factores influyen en este aspecto. ¿Uno de los más importantes? Indudablemente, la orientación de la vivienda.
La orientación de una vivienda
La orientación de una propiedad se refiere a la dirección en la que se sitúan sus fachadas y ventanas en relación con el recorrido del sol. Puede ser norte, sur, este u oeste, así como sus combinaciones intermedias; noreste o suroeste.
Características de cada orientación
¿Algunos de los aspectos que atraen a los compradores en función de la orientación de la propiedad?
Norte: las casas orientadas al norte reciben luz solar directa temprano por la mañana y al atardecer durante el verano, manteniéndolas frescas y agradables en esta estación.
En invierno, son ideales para quienes prefieren un ambiente templado y aireado.
Sur: perfectas para aquellos que desean aprovechar la luz natural y tener un interior cálido y luminoso todo el año. Normalmente, atrae a familias con niños, personas que trabajan desde casa y amantes de las plantas.
Este: proporciona luz solar directa desde el amanecer hasta el mediodía, óptimo para quienes disfrutan de mañanas luminosas y frescas.
Oeste: atrae a las personas que les gustan las tardes soleadas y buscan aprovechar la luz natural hasta el anochecer.
Resulta ideal para familias que desean un hogar para actividades vespertinas, profesionales que prefieren un entorno bien iluminado durante la tarde y amantes de los atardeceres con vistas espectaculares.
Sureste: excelente para quienes buscan un equilibrio entre calidez invernal y frescura estival. En invierno, la luz calienta la propiedad durante las horas más frías del día y en verano mantiene las estancias frescas por la tarde.
Suroeste: acorde con quienes valoran la eficiencia energética y buscan un entorno confortable durante todo el año, ya que recibe una mayor cantidad de luz solar en invierno que en verano.
Noreste: más luminosa durante la mañana y ofrece sombra el resto del día, ideal para quienes desean mantener ciertos espacios frescos.
Noroeste: las viviendas orientadas al noroeste son luminosas principalmente durante la tarde, con un ambiente cálido y soleado, perfecto para quienes buscan disfrutar de tardes con luz.
La relevancia de la orientación al momento de vender una vivienda
Determinar la mejor orientación para un inmueble depende de las preferencias y necesidades individuales, ya que – como hemos visto en el punto anterior – cada dirección ofrece sus propias ventajas. Eso sí, la orientación es un factor clave a la hora de evaluar la propiedad y poder establecer su precio en el mercado.
Una fachada bien orientada en función del clima y el uso adecuado de la vivienda puede mejorar su eficiencia energética, lo que disminuirá la necesidad de aire acondicionado en verano y calefacción en invierno. Esto no solo hace que la vivienda sea más sostenible, sino que también puede atraer a más compradores.
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